Recientemente he leído un artículo sobre el libro de Dr. David Hawkins “Dejar vivir”. Lo encontré muy interesante y comencé a investigar un poco, para luego poder compartirlo contigo.
El doctor David Mawkins, fue un conocido psiquiatra, médico e investigador, maestro espiritual y conferenciante, nacido en Estados Unidos (Milwaukee) en 1927 y fallecido en Sedona (USA) en el 2010. En el libro anteriormente citado, Hawkins describe los estados emocionales del ser humano y explica el camino de ascenso desde la depresión y la ira hasta los estados de paz y alegría.
Pero previamente debemos de definir; “¿Qué es la conciencia?”
La conciencia es un elemento propio del ser humano que nos permite regular los aspectos cognitivos, conductuales y emocionales. La conciencia es esa voz interna que nos hace preguntar ¿de dónde venimos, por qué estamos aquí y qué futuro podemos crear?
La conciencia podría iniciarse cuando abrimos los ojos por primera vez y nos encontramos frente a nuestro entorno y a nuestro mundo. Experimentando lo personal (nuestro yo) y lo exterior (el ambiente) como dos naturalezas distintas que se afectan mutuamente.
Posteriormente, poco a poco, iríamos penetrando en nuestra propia experiencia y es entonces cuando alcanzamos a diferenciar lo que es imaginario de lo que es real en nuestra representación mental.
Mediante nuestra vigilia, nuestro estado de alerta vigilante, vamos seleccionando diversos estímulos ambientales que, a través de la atención, serán almacenados en nuestra memoria. Así va desarrollándose nuestra conciencia: atesorando nuestro pasado, percibiendo nuestro presente asistido por nuestras emociones y, gradualmente, construyendo nuestra propia identidad.
La conciencia nos permite crear metáforas, concebir posibilidades, expandir nuestra existencia. Nuestra representación simbólica de la realidad nos habilita para extraer conclusiones y elaborar nuevos conocimientos a partir de los que ya tenemos.
Según el Doctor Hawkins, la persona no habla de amor, sino de dolor, resentimiento, frustración… por lo que todo ello atrapa al ser humano y le nutre de pensamientos negativos. Por lo que juzga, culpa, resiente, siente celos, odia, no considera a los otros……
Todas estas conductas están por debajo de 200 en la escala. Todas ellas hacen disminuir la conciencia vital por lo que propician las enfermedades y solamente podré sanar si elevo mi vibración.
Según la Ley de vibración, todo en este mundo está hecho de energía que vibra a una frecuencia específica. Por lo que nuestras vibraciones son meramente como un barómetro para poder observar la vibración en la me encuentro actualmente.
Escala de emociones del Dr. David Hawkins
Esta escala va desde el 20 que significa vergüenza hasta el 1000 iluminación (Jesús, Buda…). El nivel 200 divide a los niveles de fuerza y de poder, por debajo significa expresión destructiva de fuerza que tarde o temprano destruye la vida de la persona, sin embargo, superiores a 200 significan expresiones constructivas de poder.
Vergüenza:
En un escalón por encima de la muerte. Pensando en el suicidio, sentimientos de autodestrucción, sintiendo un odio hacia sí mismo.
Culpa:
Un escalón por encima de la vergüenza, pero aún se puede tener pensamientos de auto suicidio, ya que te sientes como ese pecador que no puede recibir perdón por las faltas cometidas en el pasado.
Apatía:
Sentimientos de desesperanza o de víctima. Es un estado donde te sientes indefenso y sin ayuda. Muchas personas indigentes sin hogar están atrapadas aquí.
Dolor:
Un estado de tristeza y de pérdida permanente. Depresión, por ejemplo, ante la pérdida de un ser querido. Es un nivel más alto que la apatía ya que estás comenzando a escapar de la sensación de somnolencia.
Miedo:
Ves el mundo como peligroso e inseguro. Sentimientos paranoicos. Necesidad por lo general, de una ayuda externa para elevarse por encima de este nivel o permanecerás atrapado durante mucho tiempo .
Deseo:
No debe confundirse con el establecimiento y logro de metas, este es el nivel de adicción, ansia y lujaría por dinero, aprobación, poder, fama, etc. Es un puro consumismo y materialismo. Aquí se encuentran los fumadores, bebedores y consumidores de drogas.
Ira:
Es el nivel de la frustración, se da a menudo por no tener los deseos del nivel inferior. Este nivel puede estimular a la acción para subir a niveles superiores, o mantenerte atrapado en el odio. En una relación de abuso, a menudo verás a la persona conjugando a la vez sus sentimientos de ira y miedo
Orgullo:
Es el primer nivel donde comienzas a sentirse uno bien, pero en realidad es una sensación falsa; al ser la persona dependiente de las circunstancias externas: el dinero, el prestigio, el estatus social, etc.
Por lo que eres vulnerable. El orgullo puede conducirte al nacionalismo, racismo y hasta la misma guerra.
Valentía:
El primer nivel de la verdadera fuerza. Aquí se comienzas a ver la vida como un reto y algo emocionante en lugar de algo abrumador. Comienzas a ver tu futuro como una mejora sobre tu pasado, en lugar de una continuación de lo mismo. Comenzando a tener interés por una educación, por una carrera, por una profesión y por el propio crecimiento personal.
Neutralidad:
Resumiremos este nivel bajo la frase“Vive y deja vivir”. Eres flexible, relajado y sin ataduras. Pase lo que pase, manejas lo que suceda. No tienes nada que demostrar. Te sientes seguro y te llevas bien con otras personas. Es el nivel de complacencia ya que no te exiges demasiado. En este nivel se pueden encontrar los autoempleados: abogados, médicos, dentistas, podólogos…
Voluntad:
Ahora que estás básicamente seguro y cómodo, empiezas a utilizar tu energía más efectivamente. El simple hecho de pasar la vida ya no es suficiente. Te preocupas por hacer un buen trabajo, incluso das lo mejor. Piensas sobre la administración del tiempo, productividad y cómo organizarte, cosas que no eran tan importantes para ti en el nivel de neutralidad. Este es el nivel donde tu conciencia se vuelve más organizada y disciplinada.
Aceptación:
Ahora un cambio poderoso sucede y despiertas a las posibilidades de vivir de manera proactiva. En el vivir anterior de Voluntad te has vuelto competente y ahora quieres darles a tus habilidades un buen uso. Este es el nivel de fijar y alcanzar metas. Significa que comienzas a aceptar la responsabilidad de tu papel en el mundo. Si algo no está bien en tu vida (carrera, salud, relaciones), defines el resultado deseado y lo cambias. Comienzas a ver el panorama de tu vida con más claridad. Este nivel lleva a muchas personas a cambiarse de carrera, a iniciar un nuevo negocio o incluso a cambiar su dieta alimenticia.
Razón:
En este nivel se trascienden los aspectos emocionales de los niveles inferiores y empiezas a pensar con claridad y racionalidad. Hawkins lo define como el nivel de la medicina y la ciencia. Cuando alcanzas este nivel, te vuelves capaz de utilizar tus habilidades de razonamiento en toda su extensión. Ahora tienes la disciplina y la proactivita para explorar al máximo tus habilidades naturales.
Amor:
No se refiere al amor de pareja, sino al amor incondicional, a ese entendimiento permanente de tu conexión con todo lo que existe. Ya piensas en la compasión y vives al servicio de lo que tu cabeza te dicta. Este es el nivel de un servicio de toda la vida para la humanidad.
Felicidad:
Un estado de felicidad generalizada, inquebrantable. Es el nivel de los santos y maestros espirituales avanzado. La vida se guiada por la sincronicidad y la intuición. No hay más necesidad de establecer metas y hacer planes detallados, la expansión de su conciencia te permite operar en un nivel mucho más alto. Surge un renacer de vida, personas que han estado en trance de muerte por ejemplo han sentido este tipo de renacer.
Paz:
La trascendencia total. Hawkins afirma que este nivel sólo lo llega a alcanzar una de cada 10 millones.
Iluminación:
El nivel más alto de la conciencia humana, donde la humanidad se funde con la divinidad. Extremadamente raro. El nivel de Krishna, Buda y Jesús. Solo pensar en ellos te elevas en conciencia.
¿Cómo salir de ciertas conciencias emocionales?
1.Localizar
Cuando hayas logrado identificar conscientemente tu actual estado de ánimo, comprenderás más fácilmente si eliges pensamientos que te aproximan a tu anhelado destino o te alejan de él. Si te fijas como meta mejorar tu estado de ánimo, tal vez podrás elevar tu frecuencia.
2. ¿Qué visión tengo de Dios?
Conectando al ser, al mundo subjetivo. Desde la antigüedad el ser humano siempre ha tenido que representarse en el mundo para vivir mediante dioses. Este nivel de conciencia es muy profundo para el hombre y ésta muy enraizado en nuestra visión frente a la vida. En la propia religión cristina esa visión evolucionó desde uno dios bueno en la primera época cristiana a dios castigador en la época de la Inquisición. Una buena forma de observar que estado emocional se repite es preguntarse qué visión tengo de Dios y con qué emoción lo relaciono. ¿Cuál es la meta ideal que he creado sobre la vida? ¿Qué representación de dios me he creado?
3. ¿Qué visión tengo de la vida?
Conectado a lo que se es, es el mundo objetivo. Corresponde a la propia percepción de lo que es para mí. Puede ser compleja o trágica según nuestra historia. El factor de repeticiones o conflictos de mi vida nos permite evaluar que sentimientos destaca y con qué emoción se relaciona.
4. El proceso.
Cada etapa de la vida tiene su significado y su simbología. Cada una de las etapas constituye un proceso. Al final del proceso habrás construido tu senda.
Elena García Pérez.
Terapeuta Holística. Terapias del Chakra Unificado (ACU): Astropuntura Axiatonal, Reconexión Axiatonal y Sanación energética Axiatonal.
elenagarciaperez.com